Zoraya ter Beek, de 28 años, junto a su pareja en el salón de su casa en Oldenzaal, Países Bajos, el 25 de marzo de 2024. (Ilvy Njiokiktjien para The Free Press)
Soraya Terbik, una joven de 28 años residente en los Países Bajos, ha decidido poner fin a su vida a través de la eutanasia, tras años de batalla contra problemas de salud mental. A pesar de vivir con su pareja y disfrutar de una vida confortable, Terbik ha luchado con depresión, autismo y trastorno límite de la personalidad, lo que la ha llevado a una desesperación insostenible.
Después de agotar todas las opciones de tratamiento, incluidas las evaluaciones médicas que confirmaron su buena salud física, Terbik tomó la difícil decisión de recurrir a la eutanasia. En los Países Bajos, donde la eutanasia ha sido legal desde 2001, esta opción se ha vuelto cada vez más común, incluso para personas jóvenes como Terbik, que enfrentan desafíos de salud mental.
Aunque apoyada por su pareja y rodeada de seres queridos, Terbik confiesa sentir miedo ante lo desconocido que representa la muerte. Su historia plantea preguntas difíciles sobre el derecho a decidir sobre la propia vida y los límites éticos en la búsqueda de alivio del sufrimiento mental.
Este caso refleja una tendencia preocupante en Europa y todo el mundo, donde el debate sobre la eutanasia, especialmente en relación con problemas de salud mental, sigue siendo altamente controversial, suscitando cuestionamientos sobre la preservación de la vida y la autonomía individual.
Escrito por Fabricio Antezana Duran
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