A cuatro meses de egresar de la universidad, pienso en la cantidad de noches que estudié en horas poco productivas y logré menos de lo que esperaba ya que realmente me ganaba el cansancio. Si bien en algún momento arruiné mi horario de sueño y tuve una adicción al café, también considero que aprender con un buen método de estudio fue algo que cambió las cosas para siempre.
A continuación, les cuento acerca de 3 herramientas para que sus horas de estudio sean eficaces y productivas.
La técnica Feynman, es definitivamente una de las herramientas que más me sirvió en materias con mucha teoría. Además, es ridículamente sencilla. Consiste en explicar el concepto o el tema de estudio utilizando términos simples y fáciles de entender; como si se lo explicaras a alguien más. Alguna vez me dijeron que la mejor forma de comprobar si entendemos algo es explicárselo a otra persona; esta técnica es la prueba de la afirmación. Con esta herramienta podemos identificar lagunas en nuestro conocimiento y reconocer qué nos falta repasar.
Trello, una aplicación de organización, también me ayudó muchísimo. Con Trello u otras aplicaciones similares como Notion; pude organizar mis tareas de acuerdo a cada materia, separar mis tareas de pasantía y separar mis artículos. Estas herramientas son útiles para hacer listas, crear fechas de entrega, recordatorios y cuando se conectan a nuestro calendario personal, es imposible olvidarse de cualquier tarea. Además, el progreso que tenemos está representado de manera visual y procrastinamos menos gracias a sentirnos más productivos.
Finalmente, el método Pomodoro. Esta herramienta se basa en estudiar o hacer tareas en intervalos de 25 minutos, tomando descansos de 5 minutos. Después de cuatro ciclos, el método incluye un descanso largo de 15 a 30 minutos.La técnica se usa para mantener la concentración, pero a mí me ayudó mucho para no perder la inspiración al escribir. Durante los 5 minutos de descanso podía hacer cosas pequeñas en mi casa, tachando más mini tareas de mis listas en Trello. Al mismo tiempo, pensaba en lo que había escrito y tarde o temprano la inspiración llegaba. Durante el descanso largo, prefiero no hacer nada. Así, logramos mantener un balance entre sentirnos descansados y estudiar de una forma eficiente.
Escrito por Emilia Badani Reyes Villa
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